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Había una vez ...

La primavera del año 1934, el arquitecto, Don Gustavo Mönckeberg, junto a los ingenieros Alberto Covarrubias y Don Carlos Infante, presentaron un 14 de Noviembre el hermoso proyecto para la construcción en la comuna de La Cisterna de el Instituto Teológico Don Bosco, El Noviciado Salesiano, el Liceo Manuel Arriarán Barros y el Templo Parroquial. El terreno había sido adquirido (7,5 hás.) gracias a la donación de la bienhechora  María Santelices ($ 80.000). Tiempo más tarde la señorita Carmen Arriarán Barros hermana de Manuel Arriarán Barros, quien se entrevisto con Don Bosco, donó $ 200.000. El 27 de Septiembre de 1943 el Consejo Inspectorial aprueba los planos, realizando pequeñas modificaciones a su maqueta original. Su diseño se caracteriza por lo moderno, para su época, con un gran campanario que hoy en día es uno de los hitos urbanísticos de nuestra Comuna.

Pasaron 10 años de soñar, hasta que el día 10 de Abril de 1944, se hizo la traza general de la planta del Templo San Juan Bosco, eran 1957 mt 2 cuyo presupuesto original ascendió a $ 2.976.800; por referencia, un litro de leche de la época costaba $ 2.

El Día de la Asunción de la Virgen, 15 de agosto de 1949, se erige en Parroquia, fecha en que celebramos nuestro aniversario. Aunque aún en construcción, el Templo, mientras tanto se utilizó como parroquia la Capilla lateral del Templo en el ala norte, en donde se realizaban los Oratorios con jóvenes de la comunidad. Asumió en calidad de Párroco, el director del colegio Arriarán Barros, R.P Bartolomé Aliberti.

Avanzando en el tiempo, nos remontamos al año 1952, precisamente al día 25 de mayo, día siguiente de la Fiesta de María Auxiliadora, en un solemne Tedeum, se realizó la Inauguración del Templo San Juan Bosco de la Cisterna, donde el Director del Liceo y  Párroco R.P Raúl Silva Henríquez, culminaba la etapa más importante de la construcción del Templo en honor al Santo de los Jóvenes, dando fin al quijotesco esfuerzo del futuro Cardenal, quien dijo que la construcción de tan monumental edificio “había sido un pecado de su juventud” ya que a su parecer, habría podido levantar innumerables capillas en barrios pobres de la ciudad; pero la Gracia y la misma historia le perdona dicho “pecado”, porque San Juan Bosco, agradecido y con la bendición de María Auxiliadora le ha permitido convertir a muchos niños y gente humilde en templos vivos del Espíritu santo.

Fue posteriormente reconocido como Templo Nacional el 18 de abril de 1958. Las responsabilidades asumidas por el Cardenal Raúl Silva Henríquez, provocaron que algunos detalles quedaran inconclusos y que sólo con el paso de los años fueron culminados, como el Mural central del Templo, “La Gloria de Don Bosco” obra del gran artista Claudio Di Girólamo, finalizado el 07 de octubre de 1961, complementando las 14 estaciones del Via Crucis, en las murallas laterales. Cuarenta años después de su gestación, el Párroco Carlos Da Meda, en 1982, finaliza el trabajo de pintura exterior de color rojo colonial característico de nuestro Templo. Al igual que el templo de Jerusalén, fueron 40 años de trabajos arduos para tener el hermoso Templo Nacional en honor a San Juan Bosco.

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